Congojas [c]

Tango

Música: Eduardo Bianco

Canto dulce y armonioso
que embriagó mi alma con su melodía.
Hoy solo quedan despojos
tras la dulce calma de mi fantasía.
Torpe y cruel, fue tu traición
me engañaste como a un niño
Yo creí en tu cariño
y tú destrozaste mi única ilusión.

Todo falsía fue tu amor,
todo fingido aquel candor,
quiero ser fuerte y olvidar
tu mezquina ingratitud
¡y mi honda sed de amar!
Tan torpe y cruel fue tu traición
¡que aún me sangra el corazón!

Tú te burlas de mi pena
y con cruel desdén contemplas mi quebranto;
tú destrozas mi alma buena
aunque bien lo sabés que te quiero tanto.
Yo comprendo aunque es tarde,
que no tienes corazón.
Tú me crees un cobarde
porque no me vengo de aquella traición.

Recordarás bien tarde,
mas cosa vana
si le buscas reparos
al hallarte en tu una cana,
ya lejos de mi amparo.
Triste, mas certera profecía,
tú también has de llorar algún día.